jueves, 8 de diciembre de 2011

Un angel sera?

No sé si es un trastorno del sueño pero a veces me pasa que mientras duermo, sea de día o noche, suelo despertarme parcialmente.  Me doy cuenta que estoy dormida y quiero moverme pero mi cuerpo no responde.
La primera vez que me paso aun vivía en casa de mis papas, era por la tarde y tomaba una siesta, de pronto alguien toco la ventana y mi subconsciente – o quien sabe que – se despertó. Quería levantarme, y hacia el mayor esfuerzo mental por hacerlo, miraba mi cuarto y mi cuerpo recostado inmóvil, así estuve largo rato hasta que me empecé a desesperar. Luego decidí desistir de intentar mover un dedo o un pie y poco a poco me sumí en el sueño nuevamente.
Tiempo después que me fui a vivir sola esos episodios volvieron a ocurrir, pienso que se relaciona a veces con que soy muy susceptible a noticias o películas o cualquier cosa que me perturbe. Pero la última vez que me paso fue significativamente diferente.
Estaba durmiendo cuando de repente durante el sueño o la conciencia desperté, solo veía el espacio que me permitía la posición en la que dormía. En estos casos lo único que puedo hacer es “ver” y “escuchar”.
Comencé a sentir muchos ruidos, no eran fuertes más bien se sentían como cuando mueves una plancha de aluminio, ese ruido ondulante y metálico no se parecía a los sonidos que emanan de mi refrigeradora o del edificio donde vivo.
Intente levantarme, pensé que quizás si me esforzaba demasiado podría mover mi brazo, mi mano, un dedo y golpearme de forma tal que lo lograra pero era inútil.
De pronto empecé a sentir la presencia de dos o tres personas, de inmediato me puse alerta, quise despertarme más intensamente aun, pero fue en vano. Comencé a escuchar que alguien se acercaba pero no caí en pánico – lo cual sería natural porque soy recontra miedosa-más bien me quede en un estado de serena sorpresa, si es que cabe el termino.
La postura en la que estaba echada no me permitía ver por completo lo que se acercaba, solo vi que camino despacio y se detuvo a la orilla de la cama donde estaba recostada, era como si alguien se hubiera puesto encima una sábana blanca.
No sé si para bien o para mal no alcance a ver por completo lo que era.
Luego me fui quedando poco a poco dormida, los ruidos desaparecieron, quizás ya no los percibía o fueron reemplazados por otros ruidos “reconocibles”. Al poco rato me desperté, eran las 5 de la mañana.
Días después en el almuerzo con mis amigas lo comente y me di cuenta que eso que apareció no era algo malo, quizás inconscientemente busco un soporte que me ayude a comprender y seguir adelante a pesar de que en los últimos tiempos las cosas no hayan salido tan bien que digamos. Quizás toda la energía positiva de la gente que piensa en mí se haya masificado en “eso” que vigilo mi sueño aquella madrugada.

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