miércoles, 17 de agosto de 2011

La mudanza II

La fecha era el lunes posterior a la Navidad, Sonia le habia comunicado la decision a Domingo de que se iria y Maria estaba de acuerdo.
En principio nos acompañaria mi Tio Oscar pero al final fuimos solo mi hermana y yo. Estacionamos el auto al frente de la casa, llame a Lucho y le pedi que saliera. Aparecieron los tres Ale, Sonia y Lucho estaban un poco tristes, sea como sea habian vivido juntos durante años con ellos e iba a ser duro.
Habia contratado un camion para que nos ayudara con la mudanza pero este nunca llego, mi hermana que casi siempre tiene una solucion para todo, habia visto a la entrada de Shangrila unos camiones, asi que contratamos a uno que nos salvo del imprevisto. Al poco tiempo llego y se estaciono, era el momento de sacar las cosas.
Poco a poco fueron sacando las comodas y las camas, la refri y los demas electrodomesticos, se sentia una tensa calma, mi hermana estaba afuera en su carro y yo me quede en la puerta para ayudar a subir las cosas al camion. De repente Domingo entro a la habitacion de Sonia y le pidio que se quedara.
Se fue a la comoda donde estaban las cenizas de Amador y le pidio a Sonia quedarselas, ella se nego y quizas en un momento de muchos sentimientos encontrados por parte de el, se dio un forcejeo y le estampo una sonora bofetada. En ese momento entre a la habitacion, que estaba a un paso de la puerta de calle.
“Oye no seas cobarde, ¿que te pasa?”- le grite mientras avanzaba para avalanzarme encima.
Se interpuso en mi camino Maria para pedirme que me tranquilizara, mi hermana tambien entro y se calmaron las cosas. Para evitar mas pleitos yo me quede afuera y mi hermana en la puerta. En ese momento se acerco una señora con dos niños, esta señora era recolectora de basura y al ver la mudanza queria saber si algo se podia llevar.
Sonia saco algunas cosas que ya no deseaba y la señora las empezo a meter en un costalillo. Cuando ya no faltaban muchas cosas por meter nos fuimos mi hermana y yo a su carro.
“Anda comprate unos cigarritos”- me dijo, señalandome la tienda de enfrente.
Entre a la tienda y compre los cigarros, pedi que me encendieran uno y al salir me tope con Domingo que habia estado todo el tiempo mirandome desde que entre, nadie habia notado que el habia salido de la casa y se habia ido a tomar una cerveza solo.
“Domingo piensa que es por el bien de Sonia de los chicos, ella merece manejar su vida, administrarla como cualquier persona”- intente conciliar con el.
“Porque te los llevas, nunca mas te volvere a hablar, esta es la ultima vez que te voy a hablar” – sentencio, mientras me miraba con sus ojos vidriosos.
Llegue al carro muy asustada, no pense que reaccionaria asi, le conte a mi hermana.
“Ay esta borracho, ya se le va a pasar”
Maria, Ale y Lucho se fueron en el carro de mi hermana, mientras que Sonia y yo nos subimos al camion con todas las cosas. Llegamos a la casa de mi mama y con ayuda del señor conductor y su ayudante subimos todas las cosas por la estrecha escalera de caracol, otras cosas con soga porque no cabian ya por la escalera. Todo se desenvolvio en un ambiente alegre y lleno de risas, me hizo recordar a las veces en que haciamos actividades (parrilladas, anticuchadas) para sacar fondos para las operaciones de mi abuela, era un ambiente relajado despues de todo.
La ultima en subir fue Maria, la  mama de Sonia, que con un solo ojo y problemas en las piernas tuvo que ser asistida por Lucho, Ale y yo.
Poco a poco Sonia tomo las riendas de su vida y trato de enmendar los errores del pasado, al principio Ale le reclamaba por no haber estado presente en sus primeros años. Lucho continuo en la Universidad y ya queremos que llegue el dia en que se gradue, sea todo un ingeniero y apoye a su hermana para que juntos salgan adelante.
Lamentablemente el terreno en el que vivia Domingo y Maria tenia problemas judiciales por lo que al poco tiempo de irse Sonia los desalojaron, ahora viven en Ventanilla con sus dos hijos, a veces vienen a la casa a visitar a Lucho y Ale, y a veces ellos van. Porque al fin y al cabo son familia, eso nunca va a cambiar.
En el cumpleaños de Sonia volvi a ver a Maria, su cuñada, al principio estabamos un poco distantes pero luego nos comportamos tan normal como siempre. Al que no volvi a ver fue a Domingo, espero que alguna vez me logre perdonar, aunque la verdad no tiene nada que perdornar, porque no hicimos nada malo.

martes, 16 de agosto de 2011

La mudanza I

Llegamos a la hora acordada, mi hermana se estaciono y yo saque mi celular, ambas teniamos el temor de que se echara para atrás, que todo el esfuerzo hecho se fuera al tacho por la cobardia o por el temor de empezar de nuevo.
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Sonia era la hija de Maria, la señora que ayudo y cuido a mi abuela hasta el dia de su muerte. Cuando Maria llego tenia apenas 14 o 15 años sin embargo se entendio de inmediato con la señora joven que era mi abuela Angelica. Poco tiempo despues conocio a Toribio, un loretano que habia venido a Lima a buscar trabajo y que alquilaba junto a sus primos, uno de los cuartos que Angelica arrendaba para sostener su economia.
Asi pues Maria y Toribio se enamoraron, tiempo despues Elena la hija mayor de Angelica, descubriria el fruto maduro de ese amor al abrazar a Maria en el corral.
“Esta embarazada, esta embarazada!!”- Gritaba por toda la casa, mientras Maria intentaba tapar la barriga con el delantal que llevaba puesto. Meses despues Sonia nacio.
No se sabe si Angelica le aconsejo o Maria tomo por propia iniciativa la descabellada decision de no obligar a Toribio a firmarla en la partida de nacimiento, tampoco se sabe por que eligio por apelidos Aliaga y Sotelo, que eran los nombres de las dos librerias que tenia Julio, el exesposo de Angelica.
Bautizaron a la niña como Sonia Miriam Aliaga Sotelo, la madrina fue Angelica y el padrino fue un primo muy guapo de Toribio. Todos quedaron retratados en una foto, donde se ve a Angelica con la niña en brazos y Maria, diminuta, a un lado con el pelo prieto recogido en una cola que dejaba ver su amplia frente y la falta de un ojo que habia perdido durante su niñez en la Sierra.
Sonia o “Soni” se crio en casa de Angelica como una hija mas, compartia con Giovana y Julio, nietos de Angelica, cuidando a los gatitos y perritos que traian a la casa. Con Elena, la mayor, no desarrollo relacion mayor a diferencia de Gloria y Oscar que siempre la presentaban como su hermana.
Cuando naci, mi mama le pidio a Sonia que le ayudara en el cuidado y asi fue que la conoci, fue tal el amor con el que me cuido que llego a ser casi una segunda mama.
Tendria unos 5 años cuando Amador aparecio en la vida de Sonia, justo en la epoca en la que ella andaba enamorada de un tipo muy ladino, que la pretendia a pesar de estar comprometido.
Amador era sobrino de Angelica, habia venido de Tarma y tenia en mente poner un negocio en Lima, siempre llevaba a Sonia a comer y como estaba a su cuidado me llevaba con ellos. Angelica la cuidaba como a su hija por lo que no dejaba que fuera mas alla que a la vuelta de su casa.
Con el tiempo Sonia correspondio al amor de Amador y asi nacio Luis Andre. Yo que hasta ese momento habia sido la menor de la casa de mi abuela me puse muy celosa, mi hermana Giovana por otro lado estaba tan emocionada por la llegada del bebe que compro un papel de regalo apropiado y empapelo un estante sencillo que usarian para colocar la ropa del recien nacido. Sonia comprendia mi malestar y cuando llego Luis, un pequeñito con tanto pelo que parecia un monito, me acerco a el y me enseño a quererlo como un hermano menor, y asi fue.
La nueva familia se mudo de la casa de Angelica a una casa enorme donde Amador pudo poner en practica el negocio que tenia en mente: Angulos ranurados. Con el se instalo Domingo, su hermano y Maria, su esposa, la pareja tambien tenia un bebe de la edad de Luis.
Sonia no tenia mas familia que Maria y nosotros, por lo que siempre la cuidamos y apoyamos, quizas esa fue la razon de nuestro recelo al ver que junto con su pareja compartian casi todo con el hermano de Amador, inclusive la empresa era manejada por ambos. Considerabamos mas familiar a Sonia que a Amador, a pesar que a el nos unia la sangre.
Siempre senti un leve resentimiento por parte de Maria, la cuñada de Sonia, quizas porque cuando era cumple de Luis o Alexandra, la segunda hija de Sonia, celebrabamos a todo dar sus cumpleaños mientras que para sus hijos a veces ni nos acordabamos, aunque tampoco teniamos obligacion. Por otro lado Sonia era la esposa del dueño de la empresa, asi como la representante legal, mientras que ella se quedaba en su casa haciendo labores domesticas y recibiendo acaso la visita esporadica de su suegra.
Asi paso el tiempo, se mudaron a una casa por Shangrila en Puente Piedra, siempre las dos familias juntas mientras el negocio los ayudaba a mantenerse. Luis y Alexandra crecieron al lado de Dominguito y Yesenia, hijos de Maria y Domingo.
De pronto Amador cayo gravemente enfermo, tan extraño era su mal que Ricardo mi cuñado y su compadre,  creia que era brujeria o algo por el estilo. Yo era muy pequeña para ir a verlo al hospital, mi hermana casi al final de su enfermedad fue a visitarlo, cuando regreso a la  casa estallo en llanto como nunca antes la vi, sentadas en el sillon de la casa junto a mi mama nos contaba lo mal que lo habia visto, ahí me asuste mucho porque mi hermana era la mas fuerte de los 3, si ella se quebraba debia de ser muy malo su estado.
Entonces crecio en mi un temor, el miedo de que Amador muriera y que Sonia quedara desamparada, la empresa nunca se habia constituido formalmente, Luis y Ale todavia estaban pequeños. Por otro lado el resentimiento de Maria hacia Sonia podria complicarle la vida aun mas.
Amador murio una mañana de invierno, no sin antes pedirle a su hermano Domingo que cuidara de sus dos hijos.
“¿Cuanto hijos tienes Domingo?”- le preguntaba.
“4 hermano, 4”- le decia.
“Asi es, nunca te olvides.”
Mi mama lo recuerda tendido en una camilla aun con el cuerpo tibio mientras que con sus manos le cerraba los ojos.
El velorio fue en mi casa y vino mucha gente a despedirlo, entre ellos un tio que vino desde Tarma y que se echo en el jardin de la entrada a llorarlo amargamente.
Luis o Luchito aun no comprendia la magnitud de lo que pasaba hasta que llego el momento de llevarse el cajon, en ese instante se puso a llorar por lo que decidi llevarlo a mi habitacion. Lo sente en mis piernas y lo console, porque eso hace una hermana mayor.
Se lo llevaron a su casa en Shangrila donde los trabajadores le rindieron un homenaje y luego nos dirigimos al cementerio Jardines de la Paz donde seria cremado. Acompañe a Sonia en la carroza funebre, un vehiculo maltrecho e incomodo donde no habia forma de estirar mis piernas. Durante el trayecto al conductor no se le ocurrio mejor idea que poner una cumbia todo volumen, volumen que duro poco porque le grite para que apagara la musica y mostrara mas humanidad y respeto por la carga que transportaba.
Llegamos al cementerio y Amador fue cremado, Sonia y Oscar entraron a recibir sus cenizas, que depositaron en una caja de madera con tapa de vidrio. Asi regresamos cada quien a su casa.
La vida de Sonia nunca volvio a ser la misma. Poco a poco vimos como se deterioro, como las arrugas y las canas comenzaron a aparecer, como su vida se consumia en el taller de angulos ranurados donde trabajaba con Maria y Domingo sin recibir ni un centavo, su trabajo pagaba la comida, vivienda y educacion de sus dos hijos.
La que mas sintio la pegada fue Alexandra que escasamente veia a su mama, esto se reflejaba en su comportamiento, en su rebeldia y en su llanto cuando a veces la hija de Maria o Maria misma la humillaban.
Lucho se convirtio en un jovencito timido y Sonia en una mujer de facciones duras y de una resignacion aplastante. Sus manos tenian cortes de los vidrios que usaban para las vitrinas que vendian, incluso cuando se cortaba solo usaban clara de huevo para cerrar la herida, no habia para antibotico, asi perdiera el conocimiento de la impresión por la sangre que perdia o por el tamaño del corte.
Siempre que nos reuniamos con Giovana conversabamos sobre el tema y tratabamos de buscar una solucion definitiva. Nuestro deadline seria cuando Lucho terminara el colegio, el era un chico aplicado y teniamos en mente apoyarlo en los estudios.
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Cuando Luis llego a quinto de secundaria, se habian mudado a un terreno que Domingo compro dentro de una gran casa, ahí tambien tenian las maquinas y todo lo necesario para continuar el negocio. Angelica habia fallecido y Sonia habia tenido que hacerse cargo de su mama y llevarla a vivir a su casa.
De acuerdo a lo planeado Giovana cito a Lucho al cementerio para llevarle flores a Angelica y de paso conversar sobre su futuro.
“Quiero estudiar una ingenieria Tia”- le decia.
Por ese tiempo estaba por aplicarse un examen tipo simulacro en la Universidad Catolica donde trabajaba, nuestro plan era que el estudiara ahí. Reunimos el dinero para el examen y lo mandamos. Luis por ese tiempo se estaba preparando en el centro preuniversitario de su colegio, que estaba pagando con un dinero que habia ganado trabajando en sus vacaciones de verano.
Dio el examen y alcanzo un puesto suficiente para ingresar, por lo que lo inscribimos para el examen de admision. Cuando ingreso nos alegramos mucho, era el inicio de un sueño que habiamos tenido con mi hermana y estaba tomando forma.
El dia del examen de admision era cumpleaños de Lucho por lo que fuimos a celebrarlo a su casa, mientras estabamos en la cocina conversando con los invitados, Giovana saco 3 huevos de una bolsa y los estrello en la cabeza del cachimbo. La cara de Maria era de sorpresa, Domingo se ofendio porque no le avisaron que postularia, ni siquiera salio a cantar happy birthday.
Entonces empezo la siguiente parte del plan, teniamos que sacar a Sonia de ahí. Craneando con mi hermana, se nos ocurrio acondicionarle un ambiente en el tercer piso, la azotea, de la casa de mi mama. Conseguimos hacerle un pequeño departamento independiente, incluso una escalera de caracol para que subieran por la parte de enfrente de la casa.
Ahora quedaba lo mas complicado que Sonia salga de la casa de Domingo.

domingo, 14 de agosto de 2011

Una noche de furia

Pase un domingo ajetreado comprandole un regalo de cumpleaños a mi sobrina de 11 años con mi papa. Caminamos por todas las tiendas del centro comercial de arriba a abajo y de aca para alla hasta terminar en nuestro punto de partida, una tienda por departamentos, donde encontramos la polera que le gustaba a mi linda sobrina que ya no va a “la zona de niños”.

Asi llegue a la casa de mi mama, cenamos con ella, mi hermana y mis sobrinos, un pollo a la brasa “anormal” (porque tenia 3 piernas y un pecho) que compramos en un huarique que Giovana, mi hermana, conoce en Comas.
Yo estaba molida porque el dia anterior habia ido a tomar con unos amigos y ya era tarde por lo que mi mama me dijo que mejor me quedara en su casa y no me fuera a la mia en Jesus Maria. Yo me negue porque al dia siguiente tenia que ir a trabajar y no me queria soplar el trafico Lima Norte – Lima Centro caotico en las mañanas y atiborrado de micros, combis y gente, ademas que me tendria que levantar 2 horas antes de lo habitual para llegar a tiempo a la oficina.
Finalmente mi hermana que tenia que ir a hacer unas gestiones en los negocios que tiene, me jalo al paradero para tomar el micro que me llevaria a mi casa. Tome un micro grande que estaba medio vacio, ni bien subi me sente y me puse a escuchar musica.
Paso un buen rato, cuando subieron un grupo de 5 o 6 integrantes del algun grupo evangelico, los reconoci por la falda larga en las mujeres y el librito negro, que asumo es la biblia o algo parecido, que siempre llevan los hombres.
El pastor, aparentemente, se puso a hablar de Dios y esas cosas cuando de repente en una zona donde hasta domingos hay “chupodromos” abiertos subio un tipo alto y moreno, con el pelo prieto y ondulado, vestia un pantalon negro y una cafarena cuello “Jorge Chavez”.
Este tipo parecia estar algo pasado de copas por lo que el conductor le pidio airadamente que se bajara del bus a lo que, como era comprensible dado el estado del hombre, este reacciono mas violentamente aun.
El conductor no estaba solo lo acompañaban dos personas mas, trabajadores de la empresa de transporte, que al ver que el borracho le hablaba al conductor y le impedia conducir el enorme vehiculo, intervinieron primero tranquilamente.
El pastor evangelico que observaba todo, y que yo esperaba que como “pastor de almas” interviniera para tratar de arreglar la situacion, se acerco para calmar las aguas con un “hermano tranquilo” que no ocasiono efecto alguno en el alcoholizado sujeto. Al final y tras varios intentos de “amainar” las aguas, el conductor y sus amigos bajaron al borrachito para tranquilidad de todos los que estaban en el bus.
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Yo he vivido en Comas casi 25 años de mi vida y conozco el dia a dia del transporte y la realidad de algunas personas que viven ahí, realidad que para bien o para mal no comparto. Pero que quizas me permite entender ciertas conductas de las personas y no juzgarlas, ni aceptarlas, solo tratar de entenderlas. La mayoria de las personas que viven ahí, son personas que han emigrado de la selva o la sierra, gente que por A o B motivos tuvieron que dejar su tierra, en algunos casos por el terrorismo, en otros por buscar un mejor futuro, o como en el caso de mi mama por ganarse una casa en la epoca de Belaunde.
Muchos de ellos tienen sus costumbres y algunos, que definitivamente no son todos, tienen una actitud beligerante, una personalidad tipo “si tu me pegas yo te pegare mas fuerte” sin importar las consecuencias.
Todavia recuerdo una vez cuando, en mis epocas universitarias, tome un carro muy temprano en la mañana y el cobrador le increpaba a un señor porque no queria pagar el pasaje completo.
Por “pasaje completo” se entiende el pasaje que la empresa cobra al pasajero por ir del punto X al punto Y, por lo general las personas no quieren pagar el pasaje completo. En ese momento surgen los problemas con el cobrador, o con el chofer/cobrador según sea el caso.
Asi que, luego de humillar al “pobre” señor, el cobrador lo invito a bajarse del micro, por lo que se detuvo en una avenida. La mayoria de los paraderos en las avenidas que recorren la Av. Universitaria son areas de tierra donde a veces hay piedras y basura, o algun puesto de comida o dulces.
El señor se bajo y no se le ocurrio mejor forma de vengarse de la vejacion sufrida que coger una piedra y estrellarla contra la luna, que daba a los asientos de los pasajeros, la que se hizo trizas en el acto. Recuerdo todavia el leve dolor en mi rodilla al estrellarse la piedra contra ella, pero agradeci que la piedra haya encontrado mi rodilla y no mi cabeza o la de alguien mas.
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Asi que cuando el señor borrachito fue bajado del bus, recorde ese episodio que acabo de contar, pero espere que esta vez fuera diferente y que esta persona fuera iluminada por el Dios del pastor y que siguiera su camino, pero no.
Esta persona, que no solo parecia alcoholizada, tomo una enorme piedra y la estrello contra el parabrisas, felizmente este era un bus con todas las de la ley y se trizo toda la superficie pero no se rompio. Para rematar la situacion uno de los amigos del chofer bajo y se puso a pelear a puños con este señor, y como parecia que este ultimo tenia todas las de ganar (era mas grande) aparecio el otro amigo del chofer, un señor de edad media con una gorrita azul.
Entre los dos redujeron al sujeto mientras todos los pasajeros observabamos el deplorable espectaculo, yo espere que el pastor interviniera pero estaba mirando igual que todos nosotros. Cuando el señor de gorrita empezo a patearle en la cabeza al borrachito no pude mas y sali por la ventana del bus y le pedi que no sea cobarde y que lo dejara.
Una chica me increpo aduciendo que, si la piedra me hubiese caido a mi, no estaria diciendo lo mismo. A lo que le respondi que la violencia engendraba mas violencia y que asi no se solucionaban las cosas.
Cuando el señor de gorrita se canso de patear con vileza al hombre que estaba tendido en el piso subio con el otro tipo y nuestro bus partio entre comentarios matonescos e inoportunos del chofer y sus dos amigotes.
El pastor que aparentemente recupero el habla, no encontro mejor metafora para el (quizas) alcoholismo y violencia que acababamos de presenciar que echarle la culpa al diablo, aludiendo que como el queria impartir la “palabra”  el diablo mandaba al borrachito a armar todo el jaleo posible para intentar evitarlo.
Y asi siguio hablando y rezandole a su Dios cuando en una avenida escuchamos un PUM!
Era el borrachito que, en venganza por la paliza que le habian propinado los tipos que acompañaban al chofer se habia subido a una combi para perseguir a nuestro bus y pues cobrarse cada golpe recibido. La gente se asusto mucho, algunas mamas alejaron a sus hijos de las ventanas, yo cogi mi bolso y me prepare para esquivar alguna piedra, por si la hubiera.
El pastor perdio el habla nuevamente y el chofer y sus amigos arrancaron a toda velocidad para huir del hombre que parecia fuera de si, finalmente encontraron a un policia y le contaron lo sucedido se bajaron los involucrados, mientras los pasajeros esperaban expectantes no tener que bajarse en la zona mas brava de toda la ruta de Comas a Pueblo Libre, que es la Av. Peru por San Martin de Porres.
Poco a poco los comentarios sobre lo sucedido se fueron perdiendo y los tipos que nos pusieron en peligro a todos por ponerse a pelear se bajaron. El pastor termino su sermon y seguimos nuestro camino hasta que me baje en la Av. Garzon y camine a mi casa.
Siempre discrepo con la gente que avala la violencia como solucion a la violencia recibida, creo firmemente que es la solucion mas simple con consecuencias funestas a corto plazo.
Lamentablemente la mayoria de las personas piensa todo lo contrario.